domingo, 12 de agosto de 2018

Entre la religión y el culto a los ancestros

Iglesia católica en Bajamar
Para muchos el pueblo garífuna es simplemente un grupo de personas alegres que portan ropa colorida y ejecutan bailes elaborados a la orilla de la playa o en determinadas fechas cívicas, cuando en realidad, esta es una de las etnias que ha logrado conservar muchas de sus tradiciones y sentirse orgullosos de sus raíces africanas y caribeñas, recordemos que el garífuna es la mezcla del negro africano con el indio arahuaco de las Antillas. 
      La religión de los garifunas es una asimilación de los elementos del catolicismo incorporados a sus raíces religiosas. Ruy Galvão de Andrade Coelho afirma que los espíritus de los ancestros suponen la base de todas las actividades realizadas en las comunidades, puesto que, ellos son los encargados de proporcionar a sus descendientes protección y bienestar.
     Como retribución a esos beneficios otorgados por los gubida, los descendientes realizan diferentes tipos de rituales que, según sus creencias, son indispensables para que estos alcancen la gloria. Los más famosos rituales son el chugú y dügü, siendo este último el más grande y concurrido, puesto que todos los familiares del difunto asisten y participan de bailes ceremoniales en convivencia con los espíritus. De gran importancia es el buyei, practicante de la magia que realiza la función de mediador entre los espíritus y los vivos a fin de interpretar sus deseos para ser llevados a cabo por los familiares.
    Los ancestros comunican sus deseos a través de sueños o visiones, muchas veces, solicitando comida, misas u otro tipo de rituales. No cumplir con la voluntad de los muertos puede acarrear grandes consecuencias para la familia como enfermedades o ser vulnerables a múltiples peligros. Afortunadamente, la mayor parte de la población garífuna conserva el respeto por los gubida al igual que por el resto de las tradiciones.
    

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