lunes, 20 de agosto de 2018

Tiyawana Mama


El grupo Tiyawana Mama
En la comunidad de Bajamar desde hace cuatro años  existe un grupo musical llamado Tiyawana Mama (El reflejo de mamá), a cargo de José Serrano. Está integrado por dieciocho  personas entre bailares, percusionistas, cantantes,  sonidistas y encargados de logística. El año pasado grabaron su primer disco en Tornabé, Tela, Atlántida. 
     Sus canciones son experiencias cotidianas y vivencias de la comunidad entre ellas las más conocidas “Masurusujama”, que trata de las mujeres que se desnudan en las redes sociales, y aconsejan no seguir haciéndolo para evitar secuestros y feminicidios, y “Nasugurun”, que aborda el tema de la amistad de los adolescentes y malas experiencias que pasan en esa etapa núbil. El vestuario es muy colorido y de acuerdo al evento cambian los colores.
     El género es la parranda, ya que incorporan guitarra; además, se utilizan instrumentos de viento como el caracol, de percusión como el caparazón de tortuga, las maracas, las claves y por antonomasia el tambor. Han realizado giras en algunas comunidades garífunas de la costa norte y están activos en la comunidad de Bajamar ofreciendo sus conciertos. En la entrevista con José Serrano nos afirmó que su esposa es buyei y que también es vocalista del grupo junto a su hija. 

domingo, 19 de agosto de 2018

Sobre los ladinos que se consideran garífunas


El día 04 de agosto se entrevistó al señor Carlos Jiménez, nacido en la comunidad Bajamar. Carlos, de 38 años de edad, no es de origen garífuna; sin embargo, sus padres y sus abuelos han vivido en Bajamar la mayor parte de su vida. Tanto él como sus padres se identifican a sí mismos como garífunas: “A pesar de que mi familia es criolla o ladina, me considero más garífuna que indio. Porque, la verdad, nací aquí (Bajamar), he crecido aquí… sé hablar bien el garífuna, y toda la comunidad es muy unida. Entre todos nos apoyamos para salir adelante”, declaró.
     La familia de Carlos Jiménez conoce los tipos de comidas y bebidas garífunas. Asisten constantemente a las ferias de Bajamar, Travesía y Concepción. Sin embargo, ningún miembro de su familia ha asistido las ceremonias o rituales, como el dugú o el chugú, puesto que – en palabras de Jiménez – sólo pueden asistir familiares de la persona que padezca “la enfermedad”.
     No obstante, la identidad garífuna va más allá de conocer los bailes y las comidas, Carlos Jiménez afirma creer en la religión garífuna: “yo he oído. Nunca he estado en una de esas situaciones, pero sé que existe. Sé qué es bueno y qué es malo. Cuando se prepara un dugú, todos aquí saben no puede ser nada bueno. Hasta el mar se pone bravo. Un dugú se prepara cuando los espíritus te llaman. A mí aún no me han llamado.” Ésta última frase mencionada por Jiménez deja mucho qué interpretar. Al encontrarse tan unido a los garífunas y rodearse de su cultura, inicia un proceso de sincretismo religioso en la persona que está en contacto con una cultura distinta a la suya.
     Seguidamente Jiménez explica desde su punto de vista, en qué consiste un dugú:
Consiste en una comunicación entre un espíritu y una persona humana. Entras en un sueño en donde se te dice cómo estás en tu vida y qué es lo que realmente está pasando contigo y tu familia, para prevenirte de un percance, o si el espíritu quiere alguna comida que le gustaba mientras estaba vivo. Se les prepara la comida, se encienden candelas y se les prepara una misa. Existen varios tipos de misa: de nueve días, de nueve meses, de un año… por ejemplo, si mi familiar murió en treinta de este mes que pasó, y el próximo mes le quiero hacer una misa, yo se lo hago. Pongo un altar, una foto de él, enciendo unas candelas. Le oro a Dios, coloco la comida allí, agua o alguna bebida garífuna. Y se ora un padre nuestro en garífuna y un padre nuestro en español.
Sin embargo, al no haber presenciado uno de estos rituales, este “dugú” fue referido a él por terceros. Seguramente por historias que otros miembros de la comunidad le han transmitido.

La gastronomía garífuna: las bebidas


Una parte importante de la gastronomía garífuna está constituida por las bebidas. Además del Gifiti – muy conocido en todo el país – la cultura garífuna cuenta con una gran variedad de atoles (adulu). Isrrael Meléndez, en nuestra visita a Omoa, comentaba acerca de los atoles que preparan:
“Atoles garífunas, está el atol de mazapán, se llama letu. Ese es atol de mazapán. Y atol de yuca se llama dudu, atol de yuca ¡pero eso es rico! es dulce, todos los atoles. En vez de echarle leche de vaca se echa leche de coco ¡Eso le cambia todo, le da vitamina! por eso la piel pasa rejuvenecida. El garífuna con los alimentos desde pequeño, va logrando eso. Ahora, nosotros es diferente.”
Otros tipos de atol que preparan los garífunas son: el atol de banano, el atol de camote, el atol de yuca y el atol de plátano maduro.
     Durante las ferias, ceremonias e incluso velorios, es normal encontrar bebidas embriagantes durante el transcurso de estos eventos. Entre estas bebidas está el gifiti, preparado a base hierbas (manzanilla, anís, pimienta gorda, clavos de olor y palos de hombre). Sin embargo, Isrrael Meléndez señaló que existen dos tipos de gifiti: uno de uso medicinal y otro con el fin antes mencionado.

“Hay un gifiti que es medicinal: hay un gifiti que es medicinal pal cáncer, pa’ la diabetes, para las alteraciones en el sistema nervioso. Hay otro gifiti que es afrodisíaco. Ese es el que toman las personas adultas de sesenta años, setenta años, pero es el mismo guaro.”
La mayoría de estas bebidas también tienen un papel importante en las ceremonias o rituales espirituales. Pues con ellas se busca complacer el deseo de los espíritus o curar enfermedades producidas por ellos.

sábado, 18 de agosto de 2018

La medicina tradicional

Ana Rosina curando a una compañera
El pueblo garífuna es quizá el más apegado a sus tradiciones de entre los demás grupos étnicos de Honduras. En nuestra primera visita a la comunidad de Travesía, municipio de Cortés, realizada el pasado 7 de julio, pudimos ser testigos de ese apego por parte de los habitantes, quienes nos brindaron múltiples referencias a sus costumbres religiosas y, particularmente, a la medicina.
     Nos sorprendió descubrir que entre ellos aún se emplean muchos remedios elaborados a base de plantas que se cultivan o que crecen en la localidad, y que resultan efectivos para el tratamiento de múltiples padecimientos. Hay que señalar que en estas comunidades no se cuenta con centros de salud cercanos y, en la mayoría de los casos, la población debe trasladarse a la ciudad para recibir atención médica; sin embargo, existe cierta desconfianza respecto a los doctores y muchas personas confían más en la eficacia de las medicinas que han sido heredadas de sus antepasados.
Hoja de aire
En el recorrido por la comunidad conocimos a Ana Rosina Reyes, quien, además de compartir sus experiencias personales, nos enseñó un remedio eficaz para destapar los oídos, siendo una de nuestras compañeras la beneficiaria de este remedio. Ella manifestó durante la entrevista la incomodidad que sentía al no poder escuchar bien por la presión de aire en sus oídos producida por un fuerte resfriado. Ana Rosina inmediatamente supo qué hacer, y tras cortar una hoja llamada Hoja de aire, nos condujo a la cocina de su casa y colocó la hoja sobre el fuego de la estufa. Tras ser sometida al calor por unos segundos esta hoja se ablanda haciendo más fácil extraer el líquido que contiene. El procedimiento fue igualmente sencillo: la hoja se estruja de manera que el líquido caiga en el interior del oído. Nuestra compañera manifestó sentir una mejoría tras ser aplicado el remedio.
     Doña Selene, vecina de la comunidad, también colaboró con nosotros explicándonos la utilidad de otras plantas como la ruda, la hoja de ajo y la albahaca, las cuales eran eficaces  para curar enfermedades y cuestiones esotéricas como atraer la buena suerte. Muchas de las medicinas explicadas por ella fueron transmitidas por su abuela fallecida a través de sueños, lo que demuestra una vez más la importancia de los ancestros y los beneficios que éstos proporcionan a sus descendientes.
     El vínculo con la tradición se manifiesta de muchas maneras entre los garífunas, en este caso, la medicina es un medio excelente ya que interviene la fe en las creencias y en la capacidad de las personas para solucionar los males a partir de los recursos naturales.
           

viernes, 17 de agosto de 2018

La gastronomía garífuna: las comidas

Fotografía de un mortero
Las visitas a las comunidades garífunas fueron muy provechosas: en lo académico, referente a la investigación que el grupo realizaba, y en el ámbito culinario para nuestros paladares. Lo dijo Omar Guerrero en la entrevista que le realizamos, "tenemos rica gastronomía".      
     La cocina garífuna se basa en el uso de tubérculos (yuca, papa, entre otros), plátano, banano verde y arroz, aunque este último no es tan elemental como los otros. Una de las comidas preferidas del garífuna es el judutu o machuca. Este se hace en un mortero, que -según la RAE- es un "utensilio de madera, piedra o metal, a manera de vaso que sirve para machacar en él especias, semillas, drogas, etc." donde se colocan diversos ingredientes y se los aplasta con un madero hasta crear una mezcla homógenea. El principal ingrediente es el plátano, que puede ser combinado con mariscos y leche de coco.
     También cocinan la llamada albóndiga, que se elabora mezclando guineo verde rayado o mínimo con leche de coco y pescado. Otra muestra de la cocina garífuna es el casabe. Este se hace extrayendo yuca amarga o brava -como la llaman los garífunas-, luego se pela y se ralla y se le extrae el líquido para luego ser asada en un comal. Otra comida popular son los yamis, que se hacen con hierbas.
     Por lo demás, son más conocidas las sopas marineras, el pescado frito, y las diversas formas de cocinar los camarones. Aunque estas tienen mayor popularidad entre los turistas que visitan las playas en las que viven los garífunas. 


martes, 14 de agosto de 2018

Comunidades garífunas


Isrrael Meléndez nos comentó donde se encuentran ubicadas las comunidades garífunas que él recuerda: "Las comunidades garífunas empezando: está la Playa (se refiere a Plaplaya) que es la que está más lejos, le sigue Batalla, de Batalla sigue Tocamacho, Sangrelaya, Iriona Puerta, Iriona Viejo, La Punta, Ciriboya, Punta de Piedra, Limón, Santa Rosa de Aguán, San Antonio, Santa Fe… hay otra ahí, son tres. A la par de Trujillo, Trujillo también está incluido. Después sigue, ya bajando de acá, Travesía, Bajamar, Masca, está Tornabé sí, está Tornabé, San Juan. Luego, nos trasladamos para Atlántida: Triunfo de la Cruz, y en Atlántida está Sambo Creek y Corozal. Casi me acuerdo de otra cerquita ahí, hay dos más ahí metidas, no me acuerdo". Existen al menos 42 comunidades garífunas que se ubican en toda la costa norte del país, Meléndez nos dijo el nombre de la mitad de estas.




En libro de Ruy Galvao de Andrade Coelho Los Negros Caribes de Honduras se encuentra un mapa mejor detallado con todas las comunidades y asentamientos.


Fuente: Caribbean Central American Research Council (2004)


Un día de tradición Garífuna


Edgar Mcnab, Ana Reyes y su nieta
con estudiantes de la Carrera de Letras.
El pasado 7 de julio del 2018, algunos de los estudiantes de la Carrera de Letras y específicamente de la clase de Literatura Oral, llegamos desde muy temprano a la comunidad de Travesía, Puerto Cortés en donde fuimos recibidos por Edgar McNab, aunque él prefiere Capucchino. Él fue un gran enlace para señalarnos a buenos informantes, personas que nos facilitaban relatos y experiencias muy afincadas con la tradición garífuna.
     Primero nos presentó a su media hermana Ana Reyes y madrastra Alma Reyes, dos señoras que con gran amabilidad y desenvolvimiento conversaron con nosotros bajo la sombra de un árbol de almendra. Ana Reyes, era la que con mayor fluidez nos relataba acerca sobre los garífunas. Finalmente nos contó su acercamiento paranormal con el “demonio azul” y, cómo ella se liberó de él: “tuvieron que hacerme medicina, tuvieron que hacerme de todo para podérmelo quitar porque yo quedé sin hambre es algo triste. Me salían gatitos, yo miraba gatos negros, me salía de toda cosa, por eso esas cosas existen, porque ya lo viví” (fragmento de entrevista). Al final, la señora Ana Reyes hizo una pequeña demostración del uso de la medicina natural garífuna con uno de los estudiantes, que resultó muy efectivo ante la infección de oído que tenía desde hace un mes.
     Al medio día, Capu, cómo terminamos diciéndole cómo muestra de cariño, nos trasladó a un restaurante en donde, además de que la comida era exquisita y abundante, fuimos muy bien atendidos por personas que les importaba el bienestar de sus clientes, no es un establecimiento refinado, pero sí muy agradable y ameno, definitivamente un lugar al que volveremos.
     Durante la tarde visitamos a Doña Ambrosia Lamber Gamboa de 81 años de edad, el cual se encontraba muy alegre y ansiosa por ser parte de un dügü que realizaría su familia en Belice en los siguientes días. Según nos contaba había participado en varios ritos en donde los vivos tienen contacto con los ancestros y nos mostró los diferentes uniformes que se utilizan. A pesar de su edad es una persona muy lucida, coherente y con toda la disposición para relatar las diferentes experiencias que ha tenido a lo largo de su vida, como por ejemplo con lo umeu y como estos seres quisieron llevarse a su nieto: “Yo los he visto porque me iban a llevar a Pedro, me lo dejaron porque yo lo curé, lo estaba bañando con agua bendita, hasta que se fueron” (fragmento de entrevista).
Selena Martínez, sus nietos y
estudiantes de la Carrera de Letras.
     Respectivamente nos trasladamos a una casa humilde, en donde una mujer muy bonita de apariencia de unos 30 años (luego nos confesó que tenía 51 años) nos atendió, su nombre es Selena Martínez, ella nos relataba como su abuela, la cual nunca conoció, se le presentaba en sueños y le revelaba recetas médicas de origen natural para que pudiera sanar a algún familiar que se encontrara enfermo. Selena Martínez, más que relatos de origen fantástico, nos señalaba “menjurjes” que se podían utilizar para diferentes enfermedades o males, a tal punto que nos dio un pequeño recorrido por su patio en donde están sembradas todas las plantas que necesita para dichos trabajos. Además, explicaba que ella no tenía el poder de curar enfermedades muy graves, por eso nos remitió a la sere (curandera), para que ella nos explicara mejor el funcionamiento de la medicina y cómo curaba ante la posesión de los ancestros.
     Nuestro día en contacto con la tradición garífuna, se convirtió en una visita que sobrepaso las expectativas. Nuestro objetivo era tener un primer acercamiento con la comunidad y formar amistad con algunos pobladores para volver, en un segundo viaje, con total confianza para que ellos nos relataran sobre su comunicación y estrecha relación con los ancestros, pero en cambio, fuimos muy bien recibidos y con los pocos informantes que nos recibieron, por falta de tiempo no visitamos más, fueron de total ayuda. Crearon con nosotros un lazo de intimidad instantáneo, por eso nos contaron muchas anécdotas y experiencia del quehacer garífuna, información que valoramos infinitamente y plasmaremos en un documento formal para que esas vivencias no se pierdan con el tiempo.




lunes, 13 de agosto de 2018

El origen de los garífunas


Los garífunas resaltan mucho su origen, están orgullosos de sus raíces por eso varios informantes nos dieron el mismo dato sobre cómo llegaron a costas hondureñas, pues es algo que tienen muy presente. Así mismo varias comunidades festejan el aniversario de llegada a Honduras. El 12 de abril de 2018 cumplieron el 221 años desde su arribo a estas tierras.

Omar Guerrero dijo: "Nuestra cultura es una cultura bien rica, nosotros somos descendientes de San Vicente. El garífuna fue despojado de su tierra en la isla de San Vicente en 1792, en la cual, según la historia, el garífuna ha sido una raza bien rebelde, la cual nunca ha permitido su esclavitud. Acá, en Honduras se maneja de que el garífuna fue esclavizado, pero según la historia nunca fuimos esclavizados".

José Serrano expreso a su manera: "Nuestros antepasados llegaron aquí (Honduras) en el año 1797, un doce de abril, aún todavía no existía Honduras, no existían fronteras, sino que eso fue hasta el año 1821. Al igual que dicen que el garífuna fue esclavo y el garífuna nunca fue (esclavo). Por eso no se dejó esclavizar, prefirió huir y rebelársele a los ingleses y franceses y no ser esclavizado. Al que esclavizaron fue al negro africano que trajeron, fue el negro que quedó en Islas de la Bahía con una lengua que no es ni de él".

Isrrael Meléndez nos explicó porqué el garífuna huyo de San Vicente: "¿Cuál fue la razón por la que se vinieron los negros garífunas a Honduras? No quisieron ser esclavizados, como ya se los planteé, no quisieron ser esclavizados como los negros jamaiquinos, los negros haitianos. La prueba de ellos es que no perdieron su gastronomía, no perdieron su lengua, sus costumbres (...) Entonces Francia conquistó Haití. Esclavizaron a los negros haitianos y les quitaron el idioma, le quitaron su idioma; el haitiano habla francés. Más, sin embargo, el negro garífuna, eso es ¡importantísimo!, huyó de la esclavitud y llegó a Honduras".


Significado de instrumentos musicales


José Antonio Serrano Martínez
José Serrano también nos hablo de la importancia que tienen los instrumentos musicales en los rituales: "Al igual el toque del tambor, hay diferentes toques. Está el toque para llamar los ancestros, porque incluso un tambor es peligroso. Hay gente que no cree en el tambor, el caracol... el tambor es peligroso porque eh... pero como cada persona que toca el tambor: hay un tambor que se grandote, ese tambor es el centro en un lugar ceremonial. Ese tambor usted lo pega así, hasta puede matar gente. Hasta pueden morir personas. Entonces la persona que toca ese tambor también es una persona muy especial. Los otros que están tocando  con él igual. Cada quien... por eso la primera, la segunda, la tercera, la cuarta, son cuatro tipos de tambores. Entonces cada tambor es como el bajo, la de requinto, la batería, en un conjunto. Entonces, así igual los tambores. La maraca es el otro. La maraca tiene su particularidad. El caracol mayormente lo utilizaban nuestros antepasados como un medio de comunicación, un medio de alerta. Si usted escuchaba un caracol con sonido alegre tal vez había nacido un niño, que había nacido una niña o que había alguna fiesta. Cuando usted escuchaba ese medio... porque hay alguien que está enfermo. Entonces por eso mismo cada cosa tiene su significado".
     Asimismo, doña Balvina Santos (81 años) afirma lo que ha dicho Serrano. Ella nos contó que: "A veces se enferma uno y en ese, pone el tambor y se revuelve, el tambor tiene que ver con los espíritus de antes". Nos explicaba que una pariente suya se enfermó: "bueno, se enfermó y ya no podía... como muerta, se veía como muerta. Ya después quedó paralizada. Y ya después vino la que lo puede hacer [curar], le unta con guaro y le toca el tambor".


     


domingo, 12 de agosto de 2018

Entre la religión y el culto a los ancestros

Iglesia católica en Bajamar
Para muchos el pueblo garífuna es simplemente un grupo de personas alegres que portan ropa colorida y ejecutan bailes elaborados a la orilla de la playa o en determinadas fechas cívicas, cuando en realidad, esta es una de las etnias que ha logrado conservar muchas de sus tradiciones y sentirse orgullosos de sus raíces africanas y caribeñas, recordemos que el garífuna es la mezcla del negro africano con el indio arahuaco de las Antillas. 
      La religión de los garifunas es una asimilación de los elementos del catolicismo incorporados a sus raíces religiosas. Ruy Galvão de Andrade Coelho afirma que los espíritus de los ancestros suponen la base de todas las actividades realizadas en las comunidades, puesto que, ellos son los encargados de proporcionar a sus descendientes protección y bienestar.
     Como retribución a esos beneficios otorgados por los gubida, los descendientes realizan diferentes tipos de rituales que, según sus creencias, son indispensables para que estos alcancen la gloria. Los más famosos rituales son el chugú y dügü, siendo este último el más grande y concurrido, puesto que todos los familiares del difunto asisten y participan de bailes ceremoniales en convivencia con los espíritus. De gran importancia es el buyei, practicante de la magia que realiza la función de mediador entre los espíritus y los vivos a fin de interpretar sus deseos para ser llevados a cabo por los familiares.
    Los ancestros comunican sus deseos a través de sueños o visiones, muchas veces, solicitando comida, misas u otro tipo de rituales. No cumplir con la voluntad de los muertos puede acarrear grandes consecuencias para la familia como enfermedades o ser vulnerables a múltiples peligros. Afortunadamente, la mayor parte de la población garífuna conserva el respeto por los gubida al igual que por el resto de las tradiciones.
    

Los ritmos (Fragmento de la entrevista con Omar Guerrero)


En la entrevista que tuvimos con Omar Guerrero nos hablo de los ritmos en los bailes y cantos: "Dentro de lo que es la riqueza cultural tenemos lo que son nuestras danzas garífunas, nuestra gastronomía, por decirlo así. Dentro de la danza garífuna yo puedo mencionar lo que es la punta que es muy tradicional acá en lo que es en Honduras, es el ritmo más conocido. La punta es un ritmo, más que todo es un llamado de nuestros ancestros, que de repente permiten a que el cuerpo humano del garífuna pase a mejor vida, normalmente el punta es sonado en lo que son los velorios, como trascendiendo la vida, de una vida acá dentro de la Tierra a una vida ancestral. Entonces esa es la trascendencia, normalmente en aquellos tiempos cuando se bailaba la punta en el velorio nuestros ancestros se daban cuenta quien es el tipo de persona que estaba bailando porque cada quien tiene un toque particular o un diferente baile que lo diferencia entre los demás. Al nomás sonar el tambor ya uno decía: “Oh, Juana está bailando” o “Alberto está bailando” …

Cada quien provoca su ritmo, a manera de eso uno va identificando lo que es el ritmo punta. También existe la parranda. La parranda es un ritmo más melódico, es similar a la punta, nada más que un poco más lento, ese es un canto ya hecho por el hombre, donde se tocan sentimientos. El hombre canta respecto a lo que es la vivencia dentro de nuestra comunidad garífuna; anteriormente, no existía lo que era agarrarnos a puño dentro de la comunidad, aquí la gente arreglaba sus diferencias a través de la canción. Han habido jóvenes dentro de la comunidad que han ido heredando eso, aquí su servidor, yo soy un cantante del género parranda, en la cual nosotros cantamos lo que son mucho lo que es el sentimiento y las vivencias que vivimos en nuestras comunidades.


También está el bunshei, el sambei, son dos ritmos parecidos. El bunshei y el sambei son más ritmos eróticos, donde el hombre le coquetea a la mujer, a la mujer le coquetea el hombre, es una forma de expresar nuestra sexualidad; definitivamente, entonces es un ritmo también bien bonito. Y tenemos otro ritmo que se llama el jankonu. Es una danza de guerra, en la cual nosotros como garífunas nos defendíamos de lo que eran los españoles en cuanto trataron de esclavizar a la cultura garífuna. Esa era una forma de repente de camuflarnos dentro de lo que es las mujeres; normalmente, la persona que nos quería esclavizar a nosotros atacaban verdaderamente a las mujeres, entonces ya nuestro líder Joseph Satullé decidió inventar ese ritmo de guerra, en la cual nosotros los hombres nos disfrazábamos como mujeres para no permitir que las mujeres fuesen violadas. en nuestra cultura". 

Visita a José Antonio Serrano en Bajamar

Fotografía de José Serrano y el grupo 
En nuestro segundo viaje de investigación visitamos la comunidad de Bajamar donde conocimos a José Antonio Serrano Martínez (49 años), presidente del patronato, quien nos contó cómo se formó la comunidad de Bajamar: “En si Bajamar fue fundada un 22 de julio del año 1837, fue fundada esta comunidad. Y por eso es que sale el nombre de Bajamar, porque la gente bajaban de arriba, los que llegaban hacían el trueque, o sea jabón por yuca, harina por plátano y así hacían aquel intercambio. Lo que no había ahí venían gente de otro lado a hacer un intercambio con la gente que vivía en aquella zona, entonces así fue que se fue poblando”. Además nos habló de su familia, su esposa es cantante y parte de un grupo musical y su hijo pequeño que fue predicho por una prima antes de morir, es el maraquero de la “banda”. También nos comentó que pertenece a la OFRANEH y de qué manera se creó esta organización: “el año 1977 nace la Organización Fraternal Negra Hondureña es cuando ingresa el primer negro y garífuna de la facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras que era el Dr. Alfonso Lacayo Sánchez”. Serrano afirma que uno de los objetivos con los que se creó esta organización fue el de respaldar a los primeros profesionales garífunas. 
     Serrano fue un informante dispuesto y aportó significativamente a la investigación. 

domingo, 5 de agosto de 2018

Día de la visita al señor Israel Obispo Melendez

Fotografía del grupo con Isrrael junto a unos utensilios de la cocina garífuna
La visita se realizó el 7 de julio de 2018. Tras la llegada del grupo al municipio de Omoa esperamos en la casa del contacto que organizó el encuentro con el señor Isrrael Obispo Meléndez (57 años), de ocupación pastor evangélico, aunque da clases de inglés algunos días, como afirmaría en la entrevista posterior.
     Mientras el grupo compartía sus expectativas del encuentro, un pick up rojo se estacionó frente a la casa y al movimiento de la puerta abriéndose vimos bajar a Isrrael, con doble erre, como aclaró en su momento. Luego de los saludos y las presentaciones Isrrael dijo que debíamos esperar más, pues su esposa estaba en el banco y al terminar sus asuntos ahí partiríamos a la casa, donde respondería todo lo que se nos ocurriese preguntarle sobre la comunidad garífuna.
     Fue en los primeros intercambios de palabras que el grupo parecía tranquilo, Isrrael hablaba con jovialidad y soltura, por lo que el grupo estaba más que contento con sus dotes como informante. Luego de compartir una bebida para refrescarse y acompañar la conversación, y con la llegada de la esposa de Isrrael, todos abordamos los vehículos y el rumbo fue el lugar donde se desarrollaría la entrevista.